La formación que lidera en Andalucía Alejandro Hernández, convoca concentraciones este domingo frene a los ayuntamientos en defensa de la Constitución y contra ‘del gobierno traidor’.
Vox vuelve a las calles contra el Gobierno en medio de la aprobación de los Presupuestos con el apoyo explícito de ERC y EH Bildu. Pero también para presionar al PP en un nuevo intento de exhibir su músculo político y social en medio de la guerra abierta que mantienen después de su ruptura tras la moción de censura. Los de Abascal conocen perfectamente el riesgo para su proyecto político que produciría la vuelta de España a la moderación.
El partido liderado por Santiago Abascal anunció ayer que convocará manifestaciones el próximo 6 de diciembre, Día de la Constitución, en toda España y que confía en la respuesta de «miles de españoles». La justificación oficial es para salir a reivindicar «la defensa de España, la libertad de los españoles y la defensa del orden constitucional».
Sin embargo, más allá de lo simbólico de la fecha, el contexto de estas manifestaciones es muy relevante, por cuanto se escribe un nuevo capítulo de la pugna entre el PP y Vox por liderar la oposición al Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos. Estrategias que, tras la moción de censura, no sólo chocan entre sí, sino que están provocando que las hostilidades entre los dos partidos crezcan.
Con la necesidad de rearmarse para este inesperado contexto para Vox, los de Ortega Smith apelan de nuevo a la que ha sido su mejor arma durante toda su trayectoria política: la indudable capacidad de movilización de sus simpatizantes. Así, pues, Vox se encomienda a esa facultad para reactivarse y hacer una demostración de fuerza ante sus rivales en los que son sus dos principales frentes de batalla.
Por un lado, el que tiene abierto contra el Gobierno del PSOE y Unidas Podemos. Para lo que argumenta como nuevas «traiciones» de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias las «cesiones» en sus pactos con ERC, EH Bildu o el PNV para recabar los votos para aprobar «los Presupuestos de la ruina».
Y de otro lado, en la trinchera recientemente reabierta contra el PP, a raíz del giro al centro emprendido por Pablo Casado y que dio solemnidad con un sonoro e histórico golpe sobre la mesa a Vox ante el estupor en directo de Abascal, que no esperaba tal reacción.
Desde entonces, las espadas están en alto y se blanden casi a diario dentro de una estrategia de beligerancia total entre unos y otros a pesar del oasis que supuso el acuerdo presupuestario en Andalucía. De hecho, Vox se mostró ayer rotundo respecto al PP tildando de «agresión» lo que hizo Casado en aquel debate y colgando al líder popular el cartel de «ministro de la oposición» por -asegura Vox- «conchabear» con Sánchez.
Parece ser que pretenden movilizar a la gente frente a los consistorios de toda España, aunque todavía no se ha confirmado este extremo. Podría ser de nuevo una movilización en vehículos, como contra el estado de alarma, por aquello de las medidas anticovid. Esperemos confirmación y mediciones de resultado y respaldo.
PRESIÓN AL CONSTITUCIONAL
No es el único frente de Vox en las calles. El partido también quiere dirigir la presión sobre el Tribunal Constitucional bendiciendo la protesta que va a mantener “todos los días” un “grupo de españoles” delante de su sede.
Esta concentración diaria, de la que el partido se “alegra”, persigue que el tribunal de garantías resuelva el recurso de Vox contra el estado de alarma para determinar si éste se aplicó correctamente la pasada primavera y hoy en día.
“¿Dónde está el Tribunal Constitucional?”, se ha preguntado Buxadé en rueda de prensa, en la que ha aprovechado para instarle a no “ocultarse” más. “Los españoles necesitan saber si la Constitución sigue aún vigente”, ha dicho, advirtiendo de que el estado de alarma fue “ilegal” porque tenía las características de “estado de excepción” o poniendo en duda de que se pueda aplicar un “toque de queda” con un “mero estado de alarma”.
INMIGRACIÓN SIN CONTROL
En cuanto a la crisis migratoria que vive Canarias, Vox ha vertido sospechas criminales sobre todos los inmigrantes que están llegando a las costas españoles apuntando que “desconocemos” si sus “intenciones” son “terroristas” o de “subvertir el orden en España”. “Basta con recordar”, ha apostillado Buxadé, atentados islamistas como el de Niza (Francia), “producido por un yihadista que entró por Lampedusa”.
En este discurso antiinmigración, Buxadé ha lamentado que “no hay control alguno sobre la identidad e intenciones” de estas personas y ha llamado a la intervención de las Fuerzas Armadas para “garantizar la seguridad y el bienestar” de los españoles.
Es por ello que Vox se ha reafirmado en su propuesta de responder con un “bloqueo naval” sobre Canarias para impedir la llegada de nuevos cayucos a las islas. A su juicio, esa maniobra de la Armada generaría un “efecto disuasorio” y ayudaría a establecer un control de las fronteras.
Para Vox, los inmigrantes que están llegando a Canarias “no son refugiados”, sino “inmigrantes ilegales de naturaleza económica que vienen a Europa para disfrutar del paraíso que el consenso progre les promete”. Por ello reclama su expulsión inmediata.
