Comparecía ayer Indalecio Gutiérrez Salinas, en una de las poquísimas ruedas de prensa que ha dado este año 2020 el diputado almeriense por el PSOE, mucho más entretenido en dar explicaciones por sus omisiones de los confinamientos, por sus aventuras judiciales y por sus extravagantes razonamientos tectónico-infraestructurales a lo largo de toda la anualidad.
Ya ni me acuerdo el motivo de su rueda de prensa, pero sinceramente, sí recuerdo que no era nada por lo que vosotros y yo estemos excesivamente preocupados. Aprovechando sus presencia ante los medios y dado el veto que él y su partido mantienen con este medio de comunicación, le hicimos tres preguntas clave. Y a decir verdad, no sé en cuál de las respuestas estuvo menos afortunado el diputado tectónico, también conocido como Inda-cleto, Agente Secreto, por sus sospechas de que esRadio Almería pueda tener pinchado el teléfono.
Preguntado sobre la política migratoria del gobierno, el efecto llamadas que ha colapsado Canarias, el traslado ilegal de inmigrantes a la península, la negación del ministro acerca de que el Gobierno tuviera nada que ver con ello y la versión del ministro Marlaska al día siguiente admitiendo que, bueno sí, algunos traslados sí se han autorizado, Gutiérrez Salinas, pizpireto y ufano, respondía que ha sido una crisis muy pequeña y que ya está solucionada.
Interrogado sobre el problemón de los asentamientos ilegales de inmigrantes en la provincia y en especial en el Campo de Níjar, con poblados ubicados ilegalmente sobre terrenos que tienen dueño, donde funcionan las mafias, donde no rige la ley, donde no hay ningún tipo de garantías sanitarias y donde, como magistralmente declaraba el consejero delegado de Coexphal hace unos días aquí en #esLaMañana, las personas viven como la ley impide que se trate a los animales, el diputado respondía que se está haciendo un buen trabajo. Así, sin más; sin explicar cuál es el trabajo que se está haciendo y que el 100% de los almerienses desconocemos.
Finalmente, preguntado por los asuntos que le llevaron a su segunda omisión del confinamiento, hace un mes, yéndose a comer a Alhabia con el alcalde de esta localidad, su respuesta fue la misma que la primera vez que se lo preguntamos: que fue a trabajar, pero obviamente sin explicar qué trabajo era ése que impedía que la reunión se hubiera hecho telemáticamente o, al menos, en un día laborable y sin comilona en un restaurante de por medio.
Sí habló, en cambio, sobre la extrema derecha, ese concepto del que tanto ignora, la “extrema derecha”, sobre el que no es capaz de dar ni una sola explicación que identifique qué entiende él por extrema derecha.
Querido oyente/lector: éste señor se levanta cada mes un sueldo base de 8.000 euros más extras por decir que el follón monumental que incluso ha hecho intervenir a la Unión Europea es una crisis pequeña y ya solucionada, por afirmar que se está haciendo un buen trabajo en el tema de los asentamientos que cada día aumentan en cantidad y el número y por negarse a explicar qué tipo de trabajo le llevó a saltarse el confinamiento por segunda vez en el mismo año. Y mientras, tú andas por ahí confiando, cerrando tu empresa, pidiendo créditos ICO o vendiendo propiedades para sobrevivir. Es la revolución social, en la que nadie se va a quedar atrás. Eso sí, algunos van por delante; muy por delante.
