Cuando el Diario El País la emprende públicamente con un tema, no te equivoques, destrás del tema está el PSOE. Pero, ¿qué PSOE? Pues eso ya no te lo puedo decir, pero no dudes de que está el PSOE.
Esta semana, el diario de Prisa, junto a otros medios conveniente y generosamente regados por el Gobierno de España, ése que conforman socialistas y comunistas, dicho sea esto en el tono más despectivo del que soy capaz, ha vuelto la burra al trigo con una de las milongas más estratosféricas que ha salido de la factoría socialista en los últimos tiempos, precisamente aquí, en Almería: la rehabilitación del Cortijo de las Chiqueras para convertirlo en un pequeño hotel de naturaleza y con encanto.
Recordará el querido oyente/lector de este #VideoBlog que aquello nació en un caluroso mes de junio, hace dos veranos, cuando el inefable, el ínclito Rodrigo Sánchez Haro, otrora pizpireto aderezo de todas las salsas políticas y hoy reposado caldo que descansa en alguna insigne tinaja, salió a la palestra para convocarnos a una comparecencia mediática en la barrera que sirve de administrador de pasos desde San José a las playas de Mónsul y Genoveses.
El motivo de tal comparecencia, que sin duda estaba destinada a que no asistiera nadie, dado que se convocaba un sábado de junio a las diez de la mañana, era advertir a nadie, salvo a los equipos de comunicación del propio PSOE a los que se aspiraba que fueran únicos asistentes, de que la Junta estaba gestando un nuevo Hotel del Algarrobico.
La primera alerta de milonga saltó cuando don Rodrigo no nos convocó ni en la playa ni en la sede del futuro hotel, sino en la propia barrera. El parlamentario andaluz venía con el cuento de que la Junta estaba alentando y permitiendo la construcción de otro Algarrobico en la misma orilla de la playa, pero no nos convocaba ni en la playa ni en el lugar donde se iba a desarrollar este presunto nuevo transatlántico del turismo de sol y playa.
Claro, servidor hizo ese día lo que correspondía a un periodista, preguntar; y don Rodrigo lo que jamás debe corresponder a un político, es decir, entorpecer la labor del periodista. Al final, pudimos convenir, no con poca porfía, no con poco obstruccionismo, que el Cortijo de las Chiqueras ni se iba a construir, porque ya estaba construido, ni está en la playa sino a un kilómetro de allí ni pretende ser un hotel de más de 700 habitaciones como El Algarrobico, sino un pequeño alojamiento rural de 30 habitaciones.
Pero lo más ‘chulo’, que diría alguna vicepresidenta del Gobierno, es que el gobierno de la Junta de Andalucía, no ahora sino cuando lo ostentaba el propio PSOE, el partido del señor Sánchez Haro, autorizó en múltiples ocasiones los diferentes permisos que el proyecto de Las Chiqueras solicitó de manera formal.
O sea que el PSOE pretende colarnos como construcción de un macrohotel en la playa lo que en realidad es la rehabilitación de un cortijo a un kilómetro de la playa, que además sus propios gestores de la Junta autorizaron en repetidas ocasiones y que, como ya ha pasado año y medio de aquel primer intento, ahora vuelven a tratar de hacer de esta milonga un argumento electoral, acaso ignorando que, quien al final va a autorizar la apertura del establecimiento será otro gobierno del PSOE, en concreto, el del Ayuntamiento de Níjar, que repito, sin duda lo va a autorizar cuando toque.
Victor Hernández Bru
