Los vecinos del casco histórico de Córdoba no cejan en sus denuncias sobre el mal estado de la zona patrimonial de la ciudad y lo complicada que es la convivencia, principalmente, por los locales de ocio. Tras el incidente de Lineros, donde unos jóvenes se subieron al balcón de una vivienda y rompieron vasos de cristal tras ser increpados, las críticas de los residentes hacia la gestión municipal no han parado de repetirse. Ya se concentraron hace unos días para denunciar la situación, y este martes ha hablado la presidenta de la asociación vecinal La Medina, Lourdes Martínez, que asegura que el casco se ha convertido en “un parque temático”.
Martínez asegura que ese incidente de Lineros “no fue puntual” como aseguraron tanto el alcalde, José María Bellido, como el delegado de Seguridad, Miguel Ángel Torrico, sino que se repite “todos los fines de semana”, en los que los vecinos tienen complicado conciliar el sueño debido a los ruidos que se generan. El Ayuntamiento ha reforzado la presencia policial en la zona, sin embargo, desde La Medina piden que dicho refuerzo sea más efectivo y se centre en los horarios de cierre de los negocios. La presidenta del colectivo explica que si hubiera Policía, quizá quienes salen de los locales a altas horas de la noche y con varias copas de más no generarían tantas molestias.
Los vecinos se quejan de que “aparte de la gentrificación, que está dejando el casco vacío”, ahora tienen que soportar que el casco se haya convertido en una zona de moda para el ocio nocturno. “Ya soportamos un turismo que, tenemos que dejar claro, no nos molesta porque nos da de comer”, pero la lista de cosas que hacen difícil vivir en esta zona están convirtiendo al casco “en un verdadero infierno”, lamenta Martínez.
Piden, además de esa presencial policial localizada, que no se concedan nuevas licencias a locales de hostelería y que a los que ya existen se les vigile para ver si cumplen con los horarios.
