Hacia un nuevo modelo de las pensiones públicas

El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, no para de cuadrar sus cuentas, y por cierto, con cierto éxito. La reforma de las pensiones supondrá una factura de más de diez mil millones de euros si se cumplen las previsiones del incremento precios para 2022.

Si a esto le sumamos que la moderación salarial que pide Gobierno y empresarios ensancharía el déficit al limitar el aumento de ingresos por cotizaciones, la tormenta perfecta se cierne sobre los mas de diez millones de pensionistas españoles.

Y así, el propio comisario de Asuntos Económicos de la U.E. Paolo Gentiloni, dirigiéndose especialmente al gobierno español recomienda “no acometer gastos que se vuelvan permanentes”, señalando subliminalmente a nuestro sistema de pensiones.

La sostenibilidad de las pensiones obliga a recalcular sus costes; hasta los sindicatos mayoritarios están de acuerdo en ello. Incluso, hace años siendo ministro de Economía el socialista Solbes ya, plantaba la necesidad de armonizar pensiones públicas con privadas. La longevidad obliga a replantear el modelo de jubilación flexible o activa.

“Del desempleo sénior perdemos cualidades como la experiencia o madurez mental”, según el área de Economía de la Longevidad de CENIE, los especialistas en el análisis de la economía sénior, un sector de la actividad que gana cada vez más peso acompañado del empuje demográfico. BBVA Research revelaba que sólo el 6% de trabajadores quería alargar su vida laboral. En España la jubilación activa es solo el 5%, frente al 10% de la media europea y tendríamos que pensar en acelerar el ritmo. El 75% decía que quería jubilarse lo antes posible, en cuanto pudiera cubrir sus gastos básicos.

Así las cosas, desde inicio de año, el gobierno de Sánchez indexó la inflación a las pensiones, de tal suerte que estas no perdieran su poder adquisitivo respecto al IPC, pero el imparable aumento de materias primas, y toda su escala de productos, va a dar al traste con esta medida.

El ministro de Seguridad Social no contaba con ese aumento, y no quiso incrementar la partida de las pensiones con la cantidad citada, por el impacto de la crisis en la principal partida de gasto del Estado: los 171.772 millones de euros de los que el 93% se van en prestaciones contributivas.

Desde hace décadas ningún gobierno ha sido capaz de fijar criterios económicos serios a un tema tan sensible como el de las pensiones. Les han podido sus objetivos cortoplacistas electorales, y “de esos polvos, estos lodos”. No nos han gobernado para las generaciones futuras, y estas se encuentran actualmente en condiciones inalcanzables de una pensión digna: carreras laborales cortas y cotizaciones bajas. Con esas premisas es fácil adivinar que, como ya escribía en este mismo diario hace años, y titulaba “la generación perdida” se cumpla tal maleficio.

La inflación es el cáncer silencioso de la economía que destruye empleos, ahorros y patrimonio. Es un ladrón que roba impunemente a todos, pero especialmente a los menos pudientes y necesitados; y nuestro país se encamina a ser de las mas altas de la zona euro con lo que ello supone.

El “Pacto de Toledo” (1995), al que alegremente se sumaron todas las fuerzas sociopolíticas y económicas del país, firmaron el llamado “factor de sostenibilidad” del Sistema de las pensiones Públicas para asociar las pensiones al IPC. Pues bien, este factor quedará en papel mojado por las exigencias presupuestarias e imposiciones comunitarias.

España deberá ir compaginando sus pensiones con la realidad social-económica actual, que por triste que sea se compone de casi un 120% de deuda de su PIB (es como si cada español debiera 32000€ ), una población envejecida, salarios bajos y pensiones altas en relación a las retribuciones actuales, tasas de reposición (relación de ingresos de trabajador activo con su pensión) del 90% para los jubilados españoles, frente al 50-70% de países del entorno, creación de empleo neto productivo negativo (se crean 350000 puestos públicos, y se destruyen 60000 en sector privado, las que realmente generan riqueza).

Frente a ello, se nos receta suprimir gasto superfluo, que ese país tiene mucho; control del gasto, reemplazo generacional, y salarios competitivos. Ese es el reto del ministro Escrivá, del que afortunadamente estamos acostumbrados verle cambiar sus posicionamientos políticos con la praxis de los hechos. Realidad del dato frente al relato.

Ignacio Pozo
*CEO juridico

Ignacio Pozo
Ignacio Pozohttp://www.ignaciopozo.com
CEO Despacho jurídico-empresarial (especialista en derecho Laboral-Fiscal y Mercantil) 1.- INSTITUCIONES: Ha pertenecido 10 años al Comité Ejecutivo de la Cámara Comercio de Granada, obteniendo la Medalla de Plata. Medalla de Oro al Mérito Profesional. Comité de la Confederacion Granadina de Empresarios. Expte. Nacional de la Asociación de Empresas Consultoras (ACE). Expte. de la Asoc. Técn. Sup. Prevencion RR.LL de Andalucía. Miembro del Tribunal de Arbitraje de Granada. Secret. Gral. de “Granada Futuro”. Fundador Plataforma ciudadana “Juntos por Granada”. 2.- FORMACION ACADEMICA: Derecho, RR.LL.,Gdo. Soc. Master Int Rr.II. (Creditos doctorado) Técnico. Sup. Prev. RRLL. Técnico Sup. 2* en RRII. Mediador Laboral, Merc. y Civil. 3.- MEDIOS: Colaborador literario en prensa, radio y Tv.

Articulos Relacionados

Deja un comentario

Nuestras Redes Sociales

960FansMe gusta
100SeguidoresSeguir
1,688SeguidoresSeguir

Últimos Artículos