El Macarena participa en la elaboración de protocolos con los que detectar problemas de aprendizaje en niños

La primera edición sobre protocolos diagnósticos y terapéuticos en Neurología Pediátrica, que ha publicado conjuntamente la Asociación Española de Pediatría y la Sociedad Española de Neurología Pediátrica, ha contado con la colaboración de dos neuropediatras del Hospital Universitario Virgen Macarena, tal como ha informado la Junta de Andalucía en una nota de prensa este lunes.

Se estima que entre el 5% y el 15% de escolarizados tienen problemas de aprendizaje. La intención de este manual de protocolos es potenciar su detección e intervención precoz para evitar consecuencias en la edad adulta que pueden afectar a diversos ámbitos como la salud mental, el desarrollo laboral o las relaciones sociales.

En este documento que revisa los distintos problemas del aprendizaje que pueden presentar los niños en edad escolar y cuya persistencia se prolonga en ocasiones a la edad adulta, han colaborado las facultativas Inmaculada Ramos y Andrea Campo. Las áreas donde estas profesionales del Servicio de Pediatría del centro hospitalario han colaborado con su experiencia y formación han sido los trastornos del aprendizaje y la discapacidad intelectual.

La contribución en el caso de la doctora Ramos, especialista con una dilatada trayectoria en la atención de niños con trastornos en el neurodesarrollo, se ha centrado en la definición de conceptos relacionados con los trastornos del aprendizaje así como su abordaje y tratamiento.

Por su parte, la facultativa Andrea Campo, experta en neuropediatría es coautora del protocolo sobre discapacidad intelectual. La discapacidad intelectual es un trastorno plurietiológico, generalmente de origen genético, que implica déficits intelectuales y adaptativos y que puede clasificarse en diversos grados.

Actualmente, en España, menos de 10% de las personas afectadas con algún tipo de discapacidad intelectual la tiene diagnosticada. Este manual pretende propiciar una detección y atención temprana para mejorar el pronóstico funcional, y, a posteriori, la calidad de pacientes y sus familias.

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