La Policía Nacional de Jaén ha valorado la mediación penal como modelo de resolución de conflictos después de que varios agentes hayan participado en un proceso de este tipo con un menor al que detuvieron tras iniciar con ellos una “violenta pelea”.
Fue hace unos días cuando miembros del Grupo de Atención al Ciudadano de la Brigada de Policía de Seguridad Ciudadana de la capital lo arrestaron como presunto autor de un delito de atentado a agente de autoridad, según ha informado este lunes el referido cuerpo.
En concreto, una llamada al Centro Inteligente de Coordinación Mando y Control (Cimacc) –antes conocido como sala del 091–, de la Comisaría jiennense alertó de madrugada a una patrulla para que se dirigieran a prestar auxilio a un chico que presuntamente acababa de ser víctima de un robo con violencia.
Cuando los agentes se entrevistaron con el menor de edad, “lejos de facilitarle datos de lo que le había ocurrido y poder ser auxiliado, comenzó a faltarle el respeto”. Una actitud motivada porque, “a juicio de los agentes actuantes dada su dilatada experiencia, la víctima estaba bajo los efectos del consumo de sustancias estupefacientes”.
Esta situación “no permitió que pudiera percibir que habían acudido para ayudarle” y “desencadenó en una violenta pelea con la patrulla, que no tuvo más remedio que proceder a su detención”.
Posteriormente, la Fiscalía de Menores de Jaén se puso en contacto con el Servicio de Mediación Penal de Menores –dependiente de la Consejería de Justicia, Administración Local y Función Pública y gestionado por la Fundación Diagrama– para ofrecer al chico la posibilidad, dentro del proceso judicial abierto, de celebrar un acto de conciliación con los policías que intervinieron en su arresto.
El menor accedió a ello y la sede de la Fundación Diagrama fue el lugar elegido para acoger esta cita. En ella, el detenido, “muy arrepentido, pidió sinceras disculpas a los agentes” y el proceso de conciliación se resolvió “de manera satisfactoria para ambas partes”.
El Servicio de Mediación ha agradecido a los agentes su participación voluntaria y su “total predisposición a participar en un procedimiento penal que abre nuevas vías de resolución de problemas cada vez más habituales”. “Del mismo modo, la Policía Nacional valora estas nuevas formas de resolución de conflictos penales”, ha concluido el cuerpo.
