La Audiencia de Sevilla ha confirmado una sentencia previa, que condena a un varón a un año de cárcel y a su esposa a una multa, por unas agresiones perpetradas sobre otra pareja en el marco de una discusión al término de un partido de rugby en las instalaciones deportivas de San Jerónimo, condena en la que pesa la declaración del árbitro del encuentro, por cierto “letrado de profesión”, como “testimonio es cualificado”.
En una sentencia recogida por Europa Press, la Sección Tercera de la Audiencia de Sevilla aborda un recurso de apelación promovido por un varón y una mujer, contra una sentencia previa del Juzgado de lo Penal número diez de Sevilla, que condena al primero a un año de prisión por un delito de lesiones y a ella a una multa por un delito leve de maltrato.
En concreto, el Juzgado de lo Penal número diez declaró probado que el 7 de marzo de 2021, “en las Instalaciones Deportivas de San
Jerónimo, tras finalizar un partido de Rugby de la Liga Sub 18 entre los equipos C.R. San Jerónimo y C.R. Utrera Coria, se produjo una discusión entre la madre de uno de los jugadores y la acusada; en el transcurso de la cual otra chica que no ha sido identificada se aproximó por detrás a la madre, dándole un bofetón en el lado derecho de la cara que le hizo caer al suelo”.
MÁS AGRESIONES
Tras ello, según el relato de hechos probados, la acusada “le agarró y le tiró fuertemente del pelo, al tiempo que la otra chica seguía golpeándola”, ante lo cual el esposo de la mujer agredida “se acercó para separarlas”, momento en el que el primer acusado y marido de la agresora, “con ánimo de menoscabar su integridad física, le propinó un fuerte golpe en el ojo derecho, cayendo este hombre al suelo y siendo precisa la intervención de terceras personas para poner fin a la agresión”.
Aunque los inculpados recurrieron esta sentencia inicial condenatoria ante la Audiencia, dicha instancia ha desestimado su recurso y ha confirmado las penas.
Respecto al varón, la Audiencia indica que “sólo la pelea entre su esposa y la del perjudicado, pudo dar un motivo plausible y ocasión bastante al acusado para intervenir y a agredir” al otro hombre,
pesando un testigo que “vio al acusado agredirle y tuvo que cogerle del brazo posteriormente para que no le siguiera agrediendo”.
EL PAPEL DEL ÁRBITRO
“El árbitro del encuentro, persona ajena por completo a cualquiera de las partes, vio al acusado propinar el puñetazo al perjudicado y está absolutamente seguro, pues estaba a cuatro o cinco metros, según declaró. Su testimonio es cualificado por cuanto que es imparcial, es letrado de profesión y conoce a los acusados de verlo por allí durante los muchos años que ha estado acudiendo a esas instalaciones deportivas para arbitraje y porque la acusada en muchas ocasiones le ha dado las llaves del vestuario”, agrega la Audiencia.
Así, la Sección Tercera de la Audiencia de Sevilla desestima completamente el recurso de apelación de los condenados y ratifica íntegramente la sentencia inicial condenatoria.
