Los litros recogidos con la instalación de un centenar de contenedores de aceite usado durante la romería del Rocío para que este residuo no acabe llegando al entorno natural y dañe la red de saneamiento podrán usarse para la fabricación de biodiésel.
Así lo han indicado el Ayuntamiento de Almonte y la empresa onubense de Gestión de Aceites Vegetales Uco-oil, que han contado con el apoyo ciudadano y de Giahsa, para contribuir a que la edición del Rocío 2023 sea “más sostenible” y “tenga menor impacto ambiental” en su entorno.
El responsable comercial de UCO-OIL, Emilio González, ha apuntado que con ello “se contribuye a reducir los daños en las infraestructuras depuradoras, como venían pidiendo los responsables municipales y de la empresa concesionaria y, además, se alivia el impacto en el privilegiado medio natural del Rocío, con menos vertidos de aceite que los sistemas de depuración no son siempre capaces de absorber”.
Los aceites usados de cocina (aceites vegetales) se generan como residuos en domicilios, empresas de hostelería y en casas de hermandad durante la romería, debido a la enorme población que se congrega en El Rocío durante la devoción mariana.
“Estos aceites, al concentrarse en grandes cantidades durante un periodo corto de tiempo, debilitan el saneamiento y, debido a la dificultad en la depuración en determinados momentos, este daño puede llegar a afectar además a la maravillosa naturaleza protegida de la Aldea”, explicó el concejal de Medio Ambiente de Almonte, José María García en el despliegue de los nuevos contenedores de 2023.
De color naranja y fácilmente reconocibles, los contenedores admiten botellas de plástico de hasta ocho y diez litros, “facilitando la cooperación de los ciudadanos residentes y romeros”. Se trata de recipientes que ya están en muchos otros municipios onubenses, allá donde los propios ayuntamientos “manifiestan su voluntad de contribuir a un desarrollo más sostenible”, ha subrayado la empresa de gestión de aceites vegetales.
Las cantidades de aceites que se acumulan en los saneamientos en estas fechas se multiplican “de forma exponencial y son muy nocivas” y “es una grasa que llega a poner en riesgo todo el sistema, pues se acumula en las tuberías, como el colesterol en las arterias, y estropea las bombas de desagüe, llegando a provocar atascos de gran consideración que afectan al conjunto del proceso de depuración”, ha explicado la encargada del Departamento de Depuración de Giahsa, María Jesús García.
Tanto el Ayuntamiento almonteño como las empresas involucradas y las hermandades han señalado que “sin embargo, queda un largo camino por delante” y “son muchos las personas que todavía desconocen la existencia de estos contenedores o hacen un uso incorrecto de los mismos”, depositando en ellos otro tipo de residuos como plásticos o elementos orgánicos, “desaprovechando su potencial y causando perjuicio al propio proceso de recogida”.
Por ello, el portavoz de Uco-oil, Emilio González, considera que “toda la ciudadanía debe ser consciente de que pueden contribuir a la sostenibilidad y al mantenimiento de las infraestructuras, con un gesto tan sencillo como el de acumular el aceite doméstico y depositar sus garrafas o botellas en estos contenedores, con la tranquilidad de que, al terminar la romería, ese residuo es utilizado para la fabricación de combustibles vegetales como el biodiésel y se obtiene un provecho del mismo”.
Así las cosas, los implicados comprenden que esta labor “va a seguir necesitando de la colaboración ciudadana en el futuro y el apoyo del Plan Aldea y el Plan Romero, así como el del resto de agentes encargados de difundir esta información en las casas de hermandad y las de los particulares y que, entre todos, se ofrece responsabilidad y compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible”.
