Cazorla lidera en Europa la reproducción en cautividad del quebrantahuesos

El Centro de Cría del Quebrantahuesos de Guadalentín, situado en Cazorla (Jaén), forma parte del Programa Europeo de Especies Amenazadas (EEP) y es el centro de toda Europa en el que anualmente nacen más ejemplares de esta especie. De esta forma, Andalucía es comunidad de referencia en la reproducción del quebrantahuesos.

Según se ha informado desde la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, un elemento clave en el éxito de la reintroducción de esta especie es la cría en cautividad y, para asegurar la supervivencia de estos ejemplares, ha sido esencial la
lucha contra el veneno, siendo “Andalucía un referente internacional en la erradicación de esta práctica tan nociva”.

La Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul ha concluido las sueltas de este año con la liberación de dos ejemplares, una campaña en la que en total se han soltado seis ejemplares –cuatro en ese espacio natural y dos en el vecino Parque
Natural de la Sierra de Castril– provenientes de programas de cría en cautividad de esta especie enmarcados dentro del Programa Europeo de Especies Amenazadas (EEP).

El director general de Política Forestal y Biodiversidad, Juan Ramón Pérez, y la delegada territorial de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, María José Lara, han participado en la suelta de estos dos ejemplares de pollos de quebrantahuesos en el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas
lugar seleccionado como prioritario y estratégico desde 2006 para la suelta de quebrantahuesos.

La población de quebrantahuesos en Andalucía asciende a 65 ejemplares y existen un total de diez territorios formados por diez parejas reproductoras. Esto es posible gracias al proyecto de reintroducción que se puso en marcha hace 30 años con los estudios de
viabilidad, la puesta en marcha de un programa de cría en cautividad, la eliminación de las causas que llevaron a la especie a su desaparición y a la elección de los territorios donde se realizarían las liberaciones.

Hasta la fecha se han liberado en Andalucía un total de 89 ejemplares de esta especie, un dato “muy relevante” si se tiene en cuenta que llegó a extinguirse en Andalucía en la década de los ochenta del pasado siglo.

ÁNGELES Y SERAFÍN

En cuanto a los pollos de quebrantahuesos que se han liberado uno procede del Zoo de Chomutov (República Checa) y otro del Zoo de Helsinki (Finlandia). Los nombres elegidos para estos dos pollos son Ángeles y Serafín, puesto que con ellos se rinde un pequeño homenaje a personas o entidades vinculadas a la conservación de la especie.

Con el nombre de Ángeles se quiere agradecer a la Empresa Matadero Industrial Los Ángeles de Torreperogil (Jaén) la colaboración desinteresada en el suministro de alimentos para el Centro de Cría de Quebrantahuesos de Guadalentín, así como para los animales del ‘hacking’ y otros puntos de alimentación puntual.

De esta forma, se quiere poner en valor que el proyecto de reintroducción del quebrantahuesos no es sólo una iniciativa de las instituciones públicas; sino que por el contrario se cuenta con la colaboración de muchas personas y, como en este caso, de empresas locales que de forma altruista aportan recursos para que este proyecto sea viable.

Con el nombre de Serafín, se rinde homenaje a los guardas forestales antiguos y a los guardas de la antigua Reserva Nacional de Caza –precursora de lo que hoy es el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas– y ese homenaje se personaliza
en la figura de Serafín Pérez Soria, que ingresó en el Cuerpo de la Guardería Forestal del Estado en 1972.

Serafín cuidó los últimos quebrantahuesos cuando estos se extinguieron en los años 80 del siglo pasado. Actualmente, con 91 años aún sigue viviendo en El Almiceran, vinculado al territorio y comprometido con la conservación de ese espacio natural.

La técnica de suelta es la denominada ‘hacking’, que en este caso consiste en liberar a los jóvenes ejemplares de esta especie en un nido habilitado en altura en una pequeña cueva simulando las características naturales de los nidos que los quebrantahuesos
construyen en la naturaleza.

Los animales se liberan con aproximadamente 90 días de edad y, aunque les queda cerca de un mes para empezar a volar, ya son capaces de alimentarse por sí solos. La comida se les deposita en las cuevas a través de unos tubos de modo que no tienen contacto con el ser humano.

Mediante esta técnica, los pollos de quebrantahuesos asimilan el entorno circundante al nido como su lugar de nacimiento y esto le lleva a fijarse al territorio. Durante los primeros años pueden llegar a realizar grandes desplazamientos y, cuando alcanzan la
edad reproductora (entre los 7 y 10 años), los quebrantahuesos regresan a sus orígenes y se fijan al territorio, donde podrán formar pareja y tendrán descendencia.

En la naturaleza un quebrantahuesos puede llegar a vivir 40 años –bastantes más en cautividad– y normalmente ponen un sólo huevo por nido.

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