Círculo Rojo Grupo Editorial ha publicado la obra de Manuel Acosta Más ‘Los desechados’ que dedica a “todos los seres sensibles que piensan y a los que padecen y no encuentran consuelo”.
Manuel Acosta Más destaca de su novela el intento de “sacar del anonimato” a las personas que, “sin ser nadie, viven y sacan adelante sus vidas, muchas veces duras y difíciles”, según señala en un comunicado.
El sello de autoedición indica que lo hace mostrándolas como un “ejemplo de lo que todos podemos hacer ante las vicisitudes que vivir propone, no bajando los brazos y estando abiertos a los demás, que son, un poco, la gracia de la vida”.
Traslada que el lector va a encontrar, según las palabras del autor, “sensibilidad, afectos, y aventuras, con su puntito de misterio”. “Con la esperanza, siempre presente, para construir un mundo mejor”, señala.
El sello de autoedición explica que en la novela los personajes “se suceden, pero la historia es la misma, gentes anónimas que se significaron, que salieron de sus vidas anodinas para convertirse en protagonistas de sus historias”.
“Gentes, como nosotros, a los que la vida les dio la oportunidad de dar un paso adelante y lo hicieron, para ser los capitanes de sus aventuras. Reunidas todas en torno a un barco, el Albatros III, un mercante reconvertido, como ellos, de corderos a lobos, para dar entre todos una sinfonía de amistad, amor, vida y acción”, remarca.
Asegura que, “nuevamente”, se trata una novela “excelente y seductora, donde Manuel Acosta Más deja su sello personal con maestría”.
“Es un libro que plasma la crueldad de la sociedad en la que habitan los personajes y, a la vez, la esperanza, en esta propuesta literaria que habla de lo real y auténtico de las relaciones humanas, dejando ver cómo se van construyendo los lazos afectivos. Una novela que habla de la verdad de las vidas y del porvenir que, en algunos casos, se quedó en el pasado, cuando este se rompió. Y de las maneras en que los amigos suman”, concluye.
Manuel Acosta Más, nació en Pamplona un 22 de marzo de 1967. Contador de cuentos, tejedor de historias, novelista, observador y sensible, es capaz de hacer anhelar el ser protagonista de uno de sus relatos, para sentir de primera mano el tiempo y la vida que narra.
Su alma llena de colores se hace presente para enseñarnos lo que nuestra realidad promete y casi nunca nos deja. Y mientras él siembra ideas, pensamientos y sentimientos sobre el papel, dibuja abrazos y besos sobre el corazón y espera, paciente, que anide el amor en él.
