La Policía Nacional ha detenido en Linares (Jaén) a dos hombres y a una mujer de entre 40 y 50 años como presuntos autores de un delito de extorsión al reclamar a la víctima “altos intereses” derivados de una “pequeña deuda”. Las “amenazas” para que pagara la llevaron a cometer hurtos e, incluso, entregar las escrituras de la vivienda de sus padres.
La investigación, desarrollada por miembros de la Brigada Local de Estupefacientes, comenzó el pasado noviembre, cuando tuvieron información sobre un suceso que estaba poniendo en una situación de vulnerabilidad a un hombre que se vio obligado a pedir una pequeña cantidad de dinero a uno de los detenidos, contrayendo una deuda “en un inicio insignificante”.
Pese a que hizo frente al pago del dinero que le habían prestado, los arrestados le plantearon que, debido a la demora en el abono, se habían generado unos intereses que también tenía que sufragar y que superaban “con creces el valor de la deuda adquirida”, según ha explicado este martes el CNP.
Ante las exigencias del pago y la incapacidad de cumplir con él, la víctima se vio obligada “a cometer hurtos para los extorsionadores, que fueron desde dispositivos electrónicos hasta prendas de vestir y alimentos”.
Sin embargo, lejos de dar por concluida su acometida y argumentando la generación de más intereses derivados del retraso en el pago, “intensificaron sus amenazas hacía la víctima y a su círculo más cercano, sus padres”.
Por ello, viéndose acorralado y “bajo la presión de tener que lidiar hacer frente a un pago que nunca tenía fin”, sustrajo dinero y objetos de valor de su propiedad para continuar con el abono de los intereses. Además, “ante la incertidumbre que le producía no poder satisfacer de otro modo la deuda”, se vio en “la obligación de entregar a los detenidos las escrituras de la vivienda de sus padres, situación que evitaron los agentes gracias a su rápida intervención”.
INVESTIGACIÓN RIGUROSA
En este sentido, desde la Policía Nacional se ha puesto de relieve la “rigurosa investigación”, teniendo en cuenta que en esta tipología delictiva las víctimas suelen optar por guardar silencio temerosas de posibles represalias por parte de los autores.
Una vez acreditada “de forma fehaciente la extorsión”, los agentes solicitaron un mandamiento de entrada y registro en la vivienda de los autores. Se llevó a cabo el 18 de enero y en él intervinieron varias cajas de terminales telefónicos, presumiblemente sustraídas.
Con la culminación de la operación Cajero, los agentes ha conseguido desmantelar un grupo dedicado a la extorsión de personas, procediendo a la detención de los tres presuntos responsables, con antecedentes por delitos de estafa y otros de la misma naturaleza.
Fueron puestos a disposición de la autoridad judicial, desde la que se ha decretado orden de alejamiento y comunicación con respecto a la víctima, mientras que la investigación sigue abierta “a la espera de nuevas detenciones”, según ha indicado el CNP.
