Muchos progenitores se alarman cuando la piel de su bebé recién nacido se ve con una tonalidad amarillenta. Se trata de ictericia y esa coloración amarilla característica se debe al nivel de bilirrubina en el cuerpo. La bilirrubina es la sustancia que el organismo produce cuando reemplaza los glóbulos rojos viejos. El 60% de los recién nacidos presentan ictericia.
Adelaida Sánchez, jefa de servicio de pediatría del Hospital Quirónsalud Marbella, ha explicado que “se denomina ictericia fisiológica y normalmente es más notoria cuando el bebé tiene de dos a cuatro días. No suele causar problemas y desaparece al cabo de dos semanas”.
La razón de este proceso natural se debe a la adaptación del recién nacido a su vida exterior, fuera del útero materno. “Mientras el bebé está creciendo en el vientre de la madre, la placenta se encarga de la alimentación y de eliminar la bilirrubina del cuerpo. Después del nacimiento, el hígado del bebé debe asumir ese trabajo y necesita un tiempo para realizar esa función de manera eficiente”, ha puntualizado la experta.
Los hospitales tienen establecidos en sus protocolos de asistencia a recién nacidos la evaluación de los signos de ictericia. En caso de detectarse esos síntomas, se procede a medir los niveles de bilirrubina de inmediato tomando una prueba de sangre. La doctora Adelaida Sánchez, ha asegurado que en la mayoría de los casos “no se requiere tratamiento”.
Para estabilizar los niveles de bilirrubina en sangre se propicia la ingesta de líquidos con leche materna o leche maternizada (fórmula) a fin de incrementar las deposiciones y eliminar la bilirrubina a través de las heces, han señalado desde Quirónsalud en un comunicado.
“Algunas veces es necesario reforzar el tratamiento con fototerapia situando al bebé bajo unas luces especiales y en casos poco frecuentes se prescribe el suministro de líquidos por vía intravenosa”, ha incidido la jefa de servicio de pediatría del Hospital Quirónsalud Marbella.
La ictericia grave del recién nacido puede ocurrir si el bebé tiene alguno de los factores de riesgo que precisan mayor vigilancia como prematuridad (debido a que su hígado no se ha desarrollado por completo), herencia genética (como la deficiencia de G6PD); dificultad para alimentarse (la deshidratación incrementa los niveles de billirrubina); vinculación familiar (mayor probabilidad si el hermano también la tuvo) y tipo de sangre (las mamás con sangre 0 o con factor de sangre Rh negativo pueden tener bebés con niveles más altos de bilirrubina).
También ciertos medicamentos que se le hayan dado al bebé; infecciones congénitas como rubéola, sífilis y otras; enfermedades que afectan el hígado o las vías biliares, como la fibrosis quística o la hepatitis; bajo nivel de oxígeno (hipoxia)e infecciones (sepsis).
Por otro lado, han recordado que el área materno-infantil del Hospital Quirónsalud Marbella dispone de una Unidad Neonatal dotada con tres puestos de cuidados intermedios neonatales de última generación.
En esta estancia, los progenitores tienen la posibilidad de visitar a sus pequeños sin restricción de horario ya la garantía de estar en un entorno sanitario de primer nivel.
Decorada con vinilos de gran colorido basados en los personajes de Kenko los amplios ventanales de esta estancia garantizan la entrada de luz natural durante prácticamente doce horas del día.