Es hora ya de poner a los sindicatos en su sitio

El día de ayer fue duro, intenso, para qué nos vamos a engañar. Un día de ésos en los que uno recuerda por qué, cuando apenas tenía 18 años, decidió ser periodista. Un día en el que, desde las once de la mañana, tuve que compaginar mi trabajo (no son días de distraerse mucho, con la mitad de nuestro equipo de vacaciones y los que no las tenemos, multiplicándonos para sacar todo el tajo adelante) con la constante recepción de mensajes, a raíz de lo ocurrido en la rueda de prensa de UGT y CCOO sobre la huelga del manipulado.

Básicamente, lo que tengo que decir es que a mí no me sorprendió nada de lo que ocurrió en dicho acto: ni que los sindicatos mintieran descaradamente, ni que hablaran de éxito y de parálisis y cierre en la mayoría de las empresas sin ser capaces de aportar ni un solo dato luego, al ser preguntados por los periodistas; que sólo fueran capaces de citar dos empresas cerradas (que luego nos enteramos por la tarde que tampoco fue verdad, puesto que sólo cerraron temporalmente) cuando habían hablado de cierre en la mayoría de ellas; que el secretario general de CCOO Almería tratase de dinamitar la rueda de prensa nada más escuchar dos preguntas por mi parte que los dejaban en ridículo y tiraban por tierra su exposición inicial; y por supuesto, que luego trataran de amedrentarme, con un comportamiento gansteril y ridículo, con amenazas, insultos (de los que yo participé también, por cierto, seamos claros) y ese tono del que se cree el más fuerte de la clase.

No me sorprendió porque sé lo que son los sindicatos. Y precisamente eso es lo que me hace sentirme humildemente orgulloso de lo sucedido ayer, que yo, también modestamente, llamo periodismo. Porque para mí periodismo es no tragarte valoraciones que sabes que son mentira, no contribuir a las manipulaciones de gente que vive del cuento y no permitir que te utilicen para aprovecharse de otras personas, en este caso de las trabajadoras del manipulado.

Pero periodismo también es perder el miedo al matonismo de los sindicatos, a su ‘modus operandi’ de caballo de Atila y no dejar nunca de decir lo que uno piensa, aunque muchas veces esté uno equivocado.

Estoy modestamente satisfecho por el hecho de que ayer los sindicatos de clase no pudieron dejar indeleble su patraña del éxito de la huelga del manipulado o de los piquetes amorosos que van por ahí repartiendo besos. Pero al mismo tiempo estoy muy inquieto, ante la tesitura de que los españoles seguimos manteniendo unas estructuras gansteriles, antediluvianas e inútiles, que manipulan y que, como por la tarde me decía mi querido José Antonio Arcos, en esAgricultura de Almería, van a conseguir acelerar el proceso de mecanización del manipulado hortofrutícola y, con ello, la pérdida de puestos de trabajo.

Para terminar, simplemente un reconocimiento claro y sencillo: sí, Antonio Valdivieso; sí, Carmen Carmen Vidal; sí, queridísimo guardaespaldas Jesús Manuel Quero Ferrer: yo soy anti-sindicalista; yo creo que lo mejor que nos puede pasar a todos los ciudadanos es que los sindicatos desaparezcan, que dejen desde luego de consumir dinero público de nuestros impuestos, que dejen de poner palos en las ruedas del normal funcionamiento de nuestras empresas y, sobre todo, que dejen de vivir del cuento. Porque ayer, querido Jesús Manuel, te pregunté por tres veces qué trabajo habías realizado durante toda la mañana. ¿A ti no te hace reflexionar que no fueras capaz de decirme absolutamente nada?

https://www.facebook.com/EsRadioAlmeria/videos/768151257452358

Victor Hernández Bru
Victor Hernández Bru
licenciado en Ciencias de la Información y posee suficiencia investigadora por la Universidad Complutense, doctor en Humanidades (Historia) y máster en Comunicación Social por la Universidad de Almería y máster en Administración y Dirección de Empresas por ESIC. Ha dirigido diversas empresas de comunicación como socio-director, como Presssport Comunicación e Imagen y Estudionet Márketing On Line; trabajado en prensa escrita para Ideal (23 años), es responsable de comunicación de importantes empresas de diferentes sectores, como Grupo Agroponiente, Jarquil, Segusán Seguros y dirige las emisoras esRadioAlmería.com y RadioMarcaAlmería.com. Ha publicado su tesis doctoral, Historia de la Prensa de Almería, y la novela Diario de un Maltratador, además de diversos artículos especialmente enfocados sobre la historia del tiempo presente en España.

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