Los metros andaluces de Sevilla, Málaga y Granada, que gestiona la Agencia de Obra Pública de la Junta de Andalucía, han transportado a más de 17,3 millones de usuarios en 2020. Esta cifra, marcada por la pandemia, equivale a mantener el 48,6 por ciento de la demanda registrada un año antes, en 2019, cuando no concurrían los efectos de la crisis del Covid-19.
Este descenso se debe a las limitaciones de movilidad impuestas por el Estado de Alarma decretado por el Gobierno de España para evitar los contagios del coronavirus. En los meses previos a la crisis sanitaria, en enero y febrero, se registraron tasas de crecimiento interanual respecto a los mismos meses de 2019, un año que acabó con récord de viajeros en los metros andaluces.
Estos datos, que rompen con la tendencia sostenida de crecimiento registrada por los tres metros andaluces en años anteriores, equivale a una media diaria de 47.273 viajeros agregados. El servicio se ha mantenido durante toda la pandemia, lo que ha llevado implícito un esfuerzo adicional del personal, acreditado por su disponibilidad y adaptación a estas complejas circunstancias, que se hace extensible también a los usuarios en el cumplimiento de las recomendaciones para que sus desplazamientos sean seguros.
El Metro de Granada ha transportado 5.880.656 viajeros en 2020, dato que equivale al 51 por ciento de la demanda registrada en 2019, que fue un año de cifras récord desde su puesta en servicio con 11,7 millones de usuarios. Desde su puesta en servicio en septiembre de 2017, ha transportado a 30,4 millones de viajeros, con un crecimiento sostenido que sólo ha frenado la pandemia.
La tendencia de los dos primeros meses del año fue al alza, con una subida de viajeros de casi el 10 por ciento en enero y del 18,2 por ciento en febrero. Tras la declaración del Estado de Alarma el 14 de marzo, durante el mes de abril todas las personas, salvo las que trabajaban en servicios esenciales, permanecieron confinadas en sus hogares durante dos semanas, lo que supuso un descenso drástico de la movilidad urbana en ese periodo. Por ello abril fue el mes con menos personas transportadas, con sólo 59.543 viajeros.
Por su parte, Metro de Sevilla transportó el pasado año 2020 a 7,8 millones de usuarios, en concreto, una cifra que equivale al 46 por ciento de la demanda de 2019, ejercicio en el que también rebasó su techo de viajeros, con cerca de 17 millones. La Línea 1, que desde mediados de 2014 ha ido experimentando un crecimiento sostenido de la demanda, arrojó el año pasado una ocupación extremadamente baja a raíz del Covid-19. La media diaria se situó en los 21.357 usuarios frente a los 46.570 de 2019. Tanto en días laborables como los fines de semana se ha producido una caída del 53 por ciento y del 59,9 por ciento respectivamente.
En cuanto al Metro de Málaga, su volumen de viajeros fue superior a los 3,6 millones de usuarios en 2020, es decir, un 53 por ciento de la demanda del ejercicio anterior. Se trata del metro andaluz que menos ha decrecido con la pandemia. Sin embargo, esta cifra rompe con las subidas registradas desde la inauguración de las líneas 1 y 2 hasta el intercambiador de El Perchel en 2014.
Dadas las características particulares del año, el mes con menor índice de viajeros fue el mes de abril, con solo 30.104 usuarios, mientras que el de mayor volumen de viajeros fue enero, con 622.899 viajeros.
Distribución por títulos y zonas
Los tres metros andaluces comparten el incremento del uso de la tarjeta multimodal de los Consorcios de Transporte. Junto a los bonos o tarjetas monederos específicos de cada uno de los metros, estos títulos de viaje recurrentes equivalen a casi el 90 por ciento de los billetes validados, mientras que el 10 por ciento restante se corresponde a los títulos ocasionales (univiaje, ida y vuelta o tarjeta turística).
Los metros andaluces se han considerado servicios esenciales y se han mantenido en funcionamiento durante todo 2020. Este contexto ha exigido un esfuerzo adicional, en el que se conjugado la aplicación de las medidas y recomendaciones por el Covid-19 y la constante adaptación de la oferta. Además, se ha hecho un refuerzo de las labores de desinfección, limpieza y renovación interior del aire en los trenes, se ha incluido señalética en unidades y paradas y se han emprendido otras acciones encaminadas a la mejora y modernización del servicio de transporte.
