Corbata, tirantes a juego -a veces- y gafas de pasta dura como parte indeleble de su presentación. Miles de entrevistas a sus espaldas grabadas en un estudio de televisión con un micrófono de la RCA delante, la mayoría a miembros de la realeza hollywoodiense, y el sello de CNN durante décadas. Era Larry King, leyenda del periodismo estadounidense, presentador de televisión y de radio y millonario en el intento. Tenía 87 años y ha fallecido en un hospital en Los Ángeles, semanas después de que se conociera que había sido ingresado por Covid-19.
“Con profunda tristeza, Ora Media anuncia la muerte de nuestro cofundador, presentador y amigo Larry King, quien falleció esta mañana a la edad de 87 años en el Cedars-Sinai Medical Center en Los Ángeles”, señaló un comunicado difundido en la cuenta oficial de Twitter del popular entrevistador.
“Durante 63 años y en las plataformas de radio, televisión y medios digitales, las miles de entrevistas, premios y elogios mundiales hacia Larry son un testimonio de su talento único y duradero como locutor”, añade la declaración, que recuerda que aunque el nombre del presentador aparecía en los títulos de sus programas, él siempre veía a sus entrevistados como “las verdaderas estrellas”.
“Ya sea que estuviera entrevistando un presidente de Estados Unidos, un líder extranjero, un famoso, un personaje plagado de escándalos o un hombre común, a Larry le gustaba hacer preguntas breves, directas y sencillas. Creía que las preguntas concisas generalmente proporcionaban las mejores respuestas y no estaba equivocado en es creencia”, concluye.
King, cuyo verdadero nombre era Lawrence Harvey Zeiger, ya había sido ingresado en el hospital Cedars-Sinai de Los Ángeles a comienzos de año tras dar positivo en coronavirus, considerado un paciente de riesgo por su avanzada edad y por las complicaciones de salud que tuvo a lo largo de su vida. Era diabético y había pasado por un cáncer de próstata y de pulmón. Sufrió además un ataque al corazón en 1987 que casi le cuesta la vida y otro en 2019 que le hizo entrar en coma durante semanas.
Aun así, King seguía haciendo entrevistas a través de su propio programa, Politicking with Larry King, un espacio de corte político semanal que se emitía en Hulu y RT America. Fue la continuación de un estilo de hacer televisión perpetuado en el tiempo durante sus años en CNN. Esa simbiosis con la cadena de Ted Turner fue su salto definitivo a la fama.
Comenzó a hacer entrevistas en junio de 1985 en Larry King Live. Por delante de su antiguo micrófono de radio -una oda al medio en el que comenzó su carrera- han pasado personajes como Jane Fonda, Arnold Schwarzenegger, Hillary Clinton, Hugh Grant, Lebron James, Paul McCartney, Oprah Winfrey, Barbara Walters, Lady Gaga, George y Laura Bush, Vladimir Putin o Marlon Brando, a quien besó en la boca como cierre de la charla.
MÁS DE 60.000 ENTREVISTAS
En el zurrón, más de 60.000 entrevistas, 6.120 programas con CNN, un Emmy, un Peabody, 10 premios Cable ACE y hasta un récord en el Libro Guinness por presentar durante tanto tiempo el programa en la misma franja horaria. “No sé qué decir excepto a ustedes, mi audiencia, gracias”, dijo King el día de su despedida de CNN en 2010. “Y en lugar de adiós, ¿qué tal hasta la vista?”.
King nació en Brooklyn el 19 de noviembre de 1933, hijo de judíos ortodoxos emigrados de Ucrania y Lituania. La muerte de su padre a los 44 años de un ataque al corazón le hizo perder interés por los estudios pero nunca por la radio, su verdadera vocación desde niño.
King se mudó a Miami en busca de una oportunidad. El dueño de una pequeña estación de Miami Beach le contrató para limpiar el suelo y hacer recados. Fue él quien le sugirió que se cambiara de nombre justo antes de entrar al aire tras la renuncia inesperada de unos de sus locutores. Le dijo que Zeiger sonaba demasiado “judío” y difícil de pronunciar.
Ya con su nombre artístico, logró un trabajo en una estación más grande de Miami, WIOD. Para el programa entrevistaba a todo el que pasaba por el restaurante Pumpernik’s. A los dos días de comenzar, entró el cantante Bobby Darin y accedió a ser entrevistado, la primera estrella en pasar por sus micrófonos.
De ahí a radio nacional y a convertirse en figura del periodismo a través de un programa con Mutual Broadcasting System en 1978, su paso previo al salto con CNN. Cambió el sello pero no el estilo, directo y desprovisto de polémica, amigo de muchas de las personalidades que entrevistaba, que acudían encantados a su programa a confesarse. Eso le granjeó unas cuantas críticas. Algunos en el gremio le consideraban blando.
Lejos de las cámaras y los micrófonos King también fue una celebridad, no sólo por la fortuna que amasó –unos 50 millones de dólares le calculan algunas fuentes-, sino por su historial de amoríos y romances. El periodista estuvo casado en ocho ocasiones con siete mujeres y tuvo cinco hijos. Con Alene Akins pasó dos veces por el altar, llegando a adoptar a su hijo Andy fruto de un matrimonio anterior. Tras su divorcio en 1972 se casó con Freda Miller, Annette Kaye, Mickey Sutphin, Sharon Lepore, Julie Alexander y Shawn Southwick, con la que todavía estaba casada aunque en fase de divorcio.
El año pasado se filtró el acuerdo para pagar 33.000 dólares al mes a su mujer en concepto de manutención, lo justo para cubrir un tercio de sus gastos mensuales. Eran las frivolidades del mundo en el que se desenvolvía con soltura, en el Los Ángeles de las mansiones y las alfombras rojas, un periodista tan de vanidades y faranduleos como de las altas esferas de la política, el hombre de la voz cavernosa y rasgada que no ha podido sobrevivir a los achaques de la pandemia.