Ayer, quien escuchara o leyera este videoblog, pudo leer la frase, sacada de un viejo cantar castellano, “por el mar corren las liebres, por el monte las sardinas, tralará”. El motivo eran las reiteradas mentiras del PSOE, tanto a nivel nacional como en Almería, con las ruedas de prensa falsas de Adriana Valverde, convocadas como acto para la prensa y solventadas luego con un vídeo colgado en Youtube, y ese rotundo disparate del portavoz socialista en Roquetas, otorgándole los méritos del Hospital ya anunciado por la Junta a Pedro Sanchez, después de que la Junta socialista haya dejado pasar trece años sin ser capaz de poner en marcha su construcción.
Pero ayer mismo, esta tendencia vital hacia la mentira, esta tara psicológica que parece impedir a los dirigentes socialistas decir una verdad ni al médico, se sublimaba con una nota de prensa llegada desde el PSOE de Vera, en la que su portavoz, un tipo al que tenemos por solvente y riguroso como Martín Gerez, que trae consigo una gran trayectoria de gestión en la empresa privada, pedía explicaciones públicas al alcalde por el hecho de que algunos empleados municipales estaban en el jardín de su casa.
Las explicaciones las dio ayer José Carmelo Jorge en la sintonía de #esLaMañanaAlmería, y eran francamente sencillas: esa brigada municipal estaba trabajando en una zona de la costa y el concejal del ramo pidió al alcalde poder guardar sus aperos en la casa del primer edil, a lo cual éste obviamente se prestó encantado.
Alguien podría decir que todo esto es una confusión del bueno de Martín Gerez, pero no cuela. No cuela porque si lo que el edil socialista quería era una explicación, no tenía más que habérsela pedido al alcalde. Y sobre todo porque Gerez a lo que se ha entregado con bastante poca fortuna es a la vieja táctica del socialpedrismo de ‘difama que algo queda’.
El problema de Martín Gerez, repito, con gran experiencia en la gestión pero muy tierno en política, es que el que ha quedado señalado ha sido él, que ha ordenado mandar una nota de prensa que lo identifica con la nada recomendable demagogia tan común ahora en este socialismo, que ha entregado al PSOE a la mentira y lo ha consagrado a la más burda e infantil manipulación; un partido que se ha dejado ir hacia la más barriobajera, miserable, embarrada y sucia versión de la política.
Pero ayer mismo, esta tendencia vital hacia la mentira, esta tara psicológica que parece impedir a los dirigentes socialistas decir una verdad ni al médico, se sublimaba con una nota de prensa llegada desde el PSOE de Vera, en la que su portavoz, un tipo al que tenemos por solvente y riguroso como Martín Gerez, que trae consigo una gran trayectoria de gestión en la empresa privada, pedía explicaciones públicas al alcalde por el hecho de que algunos empleados municipales estaban en el jardín de su casa.
Las explicaciones las dio ayer José Carmelo Jorge en la sintonía de #esLaMañanaAlmería, y eran francamente sencillas: esa brigada municipal estaba trabajando en una zona de la costa y el concejal del ramo pidió al alcalde poder guardar sus aperos en la casa del primer edil, a lo cual éste obviamente se prestó encantado.
Alguien podría decir que todo esto es una confusión del bueno de Martín Gerez, pero no cuela. No cuela porque si lo que el edil socialista quería era una explicación, no tenía más que habérsela pedido al alcalde. Y sobre todo porque Gerez a lo que se ha entregado con bastante poca fortuna es a la vieja táctica del socialpedrismo de ‘difama que algo queda’.
El problema de Martín Gerez, repito, con gran experiencia en la gestión pero muy tierno en política, es que el que ha quedado señalado ha sido él, que ha ordenado mandar una nota de prensa que lo identifica con la nada recomendable demagogia tan común ahora en este socialismo, que ha entregado al PSOE a la mentira y lo ha consagrado a la más burda e infantil manipulación; un partido que se ha dejado ir hacia la más barriobajera, miserable, embarrada y sucia versión de la política.