La provincia ha vivido en las últimas 72 horas un auténtico aluvión de pateras con más de una treintena de embarcaciones localizadas y otras que alcanzaron tierra sin control en las que viajaban más de medio millar de inmigrantes que han generado un colapso del Centro Temporal de Atención a Extranjeros (CATE) del Puerto y un despliegue extraordinario de medios de Policía Nacional y Guardia Civil. Según ha podido conocer este periódico, en torno a 80 personas, en su mayoría de origen argelino, han sido trasladas al CATE de Málaga y otros 35 al de Motril y también se han previsto desplazamientos masivos en autobuses y furgones policiales a los CIE de Algeciras y Barcelona.
La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha denunciado que una treintena de los inmigrantes tuvieron que permanecer a más de treinta grados durante horas en los vehículos sin aire acondicionado al mantener el acceso al CATE cerrado por el “atasco insufrible” en la recepción por los voluntarios que los asisten de Cruz Roja. Este colectivo relata, además, que una vez en las instalaciones no se pudo ofrecer agua a los argelinos, incuyendo mujeres y niños, hasta que no se le hiciera la prueba PCR como marca el protocolo en las instalaciones del muelle pesquero.
Jornadas de trabajo interminables para los agentes de la Guardia Civil que los interceptaron en las playas de Pulpí, Carboneras, Garrucha y San José, entre otras, y también para los agentes de la Policía Nacional que durante el fin de semana han tenido que activar muchos servicios extraordinarios para poder cubrir el resto de demandas de seguridad ciudadana en la capital. Sin embargo, la principal reivindicación ante la llegada masiva de pateras es la de la Confederación General del Trabajo (CGT) que lamenta que los trabajadores andaluces de la Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima (Salvamento Marítimo), no hayan sido vacunados a pesar del trato directo y permanente con cientos de inmigrantes.
Los equipos de respuesta inmediata ante emergencias (ERIE) de Cruz Roja en Almería han confirmado que han atendido a 398 personas que viajaban a bordo de 25 pateras entre la madrugada del pasado jueves y la de este domingo de las que al menos una ha dado positivo por la infección de la COVID-19 y otras 21 han sido aisladas por contacto estrecho en el albergue juvenil de Inturjoven. La treintena de profesionales de la Salvamar Algenib (dos tripulaciones de tres), Salvamar Spica (dos tripulaciones de cuatro) y la Guardamar Polimnia (dos tripulaciones de ocho) no han recibido todavía ninguna dosis frente al coronavirus a pesar de su elevada exposición al contagio no solo derivado de la atención a migrantes, sino también del elevado número de emergencias en la costa por el aumento de embarcaciones de recreo.
Los operadores de esta entidad pública empresarial adscrita al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana a través de la Dirección General de la Marina Mercante, no han sido vacunados en Andalucía, al contrario que en otras comunidades en los que sí han tenido una consideración de “servicio esencial” como los profesionales de emergencias sanitarias y cuerpos de Seguridad del Estado. El sindicato CGT Mar y Puertos recuerda que en el caso de darse un contagio a bordo la unidad quede totalmente inoperativa durante días, una situación de difícil encaje en una provincia como Almería que ahora se enfrenta a un aluvión permanente de pateras. Además, explican fuentes de este sindicato que en las embarcaciones de tipo Salvamar, más pequeñas, los espacios son más reducidos y no permiten en ningún momento que sus tripulantes mantengan la distancia mínima de seguridad, al igual que ocurre en determinados rescates.
Los profesionales de Salvamento Marítimo trabajan desde hace años, incluso desde antes de la crisis del ébola, con equipos de protección y mascarillas FFP2, por el riesgo de contagio biológico al que se vienen exponiendo en sus labores de rescate de miles de inmigrantes en la frontera sur. De hecho, según reconocen trabajadores de las tripulaciones de Almería a este periódico, están vacunados prácticamente de todas las enfermedades de posible transmisión, con la salvedad de las dosis que pueden inmunizarlos frente a la COVID-19. Desde la entidad pública ni siquiera han respondido a las consultas de los sindicatos en Andalucía y Comunidad Valenciana sobre la previsión de fechas para la vacunación de las maltrechas plantillas.
Antonio Martinez, esRadio Almería.