El delegado territorial de Regeneración, Justicia y Administración Local de la Junta en Granada, Enrique Barchino, ha visitado este viernes Castril, en la comarca de Huéscar, en el norte de la provincia de Granada, donde se ha reunido con su alcalde, Miguel Pérez, para ver las obras de reparación que se están ejecutando en varias redes de abastecimiento de agua que se vieron afectadas por el temporal de lluvia y viento el año pasado, gracias a una subvención de 120.000 euros de la Consejería que dirige Juan Marín.
Castril sufrió los efectos de la DANA que dejó inundaciones en distintas partes de Granada en septiembre de 2019. El temporal anegó viviendas, garajes, sótanos, y locales así como distintas carreteras cortadas en la zona norte de la provincia y la Consejería dispuso 10 millones de euros para 165 municipios andaluces, unas ayudas que según ha destacado el delegado “estuvieron en ocho días”. “Posteriormente ha habido otros daños producidos por Filomena y otras DANA” y la Consejería dispuso de nuevo un presupuesto de 6 millones de euros a nivel andaluz “de los que le han correspondido 120.000 euros a Castril para el arreglo de estas canalizaciones que llevan el agua al pueblo”, ha detallado Barchino.
En esta línea, el delegado ha recordado que “hace pocos días, en septiembre, hubo otras lluvias torrenciales que afectaron a municipios de toda Andalucía y también se ha aprobado un Decreto-Ley con más de 100.000 euros para cuatro municipios granadinos, Montefrío, Íllora, Puebla de Don Fadrique y Ventas de Huelma”, de un total de 1,5 millones de presupuesto para 24 localidades andaluzas afectadas.
“Sabemos las dificultades de los municipios para poder llevar a cabo este tipo de obras, máxime cuando son situaciones extraordinarias producidas por fenómenos meteorológicos muy adversos y nuestro compromiso es primero conocer sus necesidades y luego para ayudarles en todo lo que necesiten”, ha destacado.
Por su parte, el alcalde de Castril ha explicado que las inundaciones de 2020 afectaron a las tuberías, por lo que hubo que hacer reparaciones de “urgencia extrema” al tiempo que se ha aprovechado para sustituir canalizaciones de fibrocemento por otras de fundición y adecuar instalaciones de agua potable que estaban “obsoletas” por “pequeños tramos que se deterioran” o “se rompen” y “deslizan”, ha detallado.