La Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria de Granada completa la atención integral de sus pacientes

Aguirre valora la puesta en funcionamiento del área de hospitalización, un servicio especializado que demandaban desde hace años personas con anorexia y bulimia.

El consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, durante su comparecencia en el Parlamento, ha informado sobre la apertura y el servicio que presta el área de hospitalización para pacientes con anorexia y bulimia de la Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria de Granada, “que lleva en funcionamiento desde inicios del mes de octubre y que viene a completar la atención integral de estos pacientes, que venían reivindicando este servicio especializado desde hace años”.

En este sentido, el consejero ha explicado que “las instalaciones son muy luminosas y cuentan con una sala biblioteca para que las personas ingresadas puedan desarrollar en ella diferentes tipos de actividades”. Además, “esta unidad cuenta con cuatro habitaciones, dos con capacidad doble y dos con capacidad individual, por lo que puede albergar un total de seis pacientes”.

Aguirre ha recordado que “en la actualidad en dicha unidad trabajan 2 psicólogos clínicos, 2 auxiliares de clínica, 1 administrativo,1 terapeuta ocupacional, 1 monitor ocupacional, y 1 psiquiatra; aunque en una fase posterior se sumarán otro psiquiatra, 1 trabajador social, 1 nutricionista y 1 endocrino”.

La Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria es un dispositivo especializado de tercer nivel, de carácter uniprovincial, en el que se atienden casos de anorexia nerviosa, bulimia nerviosa, trastorno de atracones y trastorno de la conducta alimentaria no especificado, que requieren un tratamiento intensivo, tanto en régimen ambulatorio como de hospitalización parcial y total con una población diana, a priori, mayor de 16 años.

El titular de Salud y Familias ha explicado que “para estos pacientes se cuenta con tres programas terapéuticos: el hospital de día, para un abordaje de media o larga duración que tiene alta capacidad adaptativa en horario y actividades en función del paciente; las consultas externas, para la acogida inicial del caso, la asignación facultativa y enfermera responsable, y la unidad de hospitalización total para la recuperación de las condiciones físico ambientales que supongan grave riesgo vital o impidan del desarrollo del tratamiento a nivel ambulatorio del paciente”.

En la unidad de hospitalización total, “el pilar básico del tratamiento no es ni pretende ser el programa de hospitalización completa, sino que se trata de ingresos programados, voluntarios, de corta duración e incluye una fase de transición hacia el seguimiento ambulatorio”.

El consejero ha resaltado que “hay una estrecha y dinámica relación con los dispositivos de salud mental comunitaria, siendo estos quienes remiten los pacientes a las unidades de trastorno de la conducta alimentaria”.

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