Pejigueras y La Toma

El pejigueras de siempre, año tras año, nos deleita con sus disquisiciones, soflamas y arengas proandalucistas sobre la celebración y el significado de la Fiesta de la Toma. Pro-andalucistas porque es continuador cuasi incansable del camino iniciado hace más de tres décadas por otro andalucista de salón que mediados los ochenta, con la banderita del Betis con escudo de los patapollos, se posesionó en nombre del andalucismo efervescente y ramplón, de un rinconcico en la plaza del Carmen el 2 de enero, y jalonado con vuvucelas, que no chirimías y clarinetes, globitos y voces desairadas comenzó a gritar contra la Fiesta con la pamplina de tacharla de xenófoba y fascista.

Y eso es uno de los mayores logros de esta Andalucía ramplona contra Granada, el conspirar organizadamente contra una tradición que desde 1492 venía, y viene celebrándose, alcanzando ya este año 529 ediciones, con la que se conmemora el hecho de relevancia universal que supuso la finalización de la reconquista y la recuperación del último reino musulmán en occidente, y mucho más.

Se han escrito infinidad de libros, artículos, cartas, memorándums y hasta tratados sobre la conmemoración y su significado, que mucho han servido para revalorarla y para derrotar intelectualmente a los pejigueras boy’s. Bien es cierto que haber argumentado intelectualmente para debatir con quienes apenas saben donde tienen la mano derecha, se ha revelado con el paso del tiempo como algo indebido y de resultados pírricos.

No por las aportaciones al discurso que han sido muchas y buenas, pero sí por las pocas conversiones conseguidas entre los integrantes del gruppetto que erre que erre, siempre por las mismas fechas, impasibles al ademán como mejor habría que cantarles por su intolerancia e ignorancia, vuelven, subvencionados como casi siempre, arropados por la bandera bética, sin el héroe Gambrinus andaluz con leones, pero a la que añaden la estrellita roja, recordatoria del pretendido santo laico Ernesto Che Guevara —aquel que cuya hagiografía atesora el haber creado campos de concentración para homosexuales con el lema de: “el trabajo os hará hombres”—, a dar la tabarra.

Y con ello revelan una vez más que nunca han leído y que nunca comprenderán la verdad sobre un acontecimiento histórico que solo lo emplean para autoafirmarse anualmente, reconocerse y de paso confundir a los cuatro desnortaos, que siempre los ahí, y que se les suman para seguir en el rebuzno histórico.

Ad calendas graecas, ora contra la Toma, ora a favor de Marianita, como en primavera contra la Semana Santa y a favor de la laicidad del Estado, y de vez en cuando contra la monarquía y a favor del advenimiento de la III República, estos falsos progresistas constructores de la posverdad andaluza, son los mismos que periódicamente se apean del taxi donde caben y cambiándose la careta nos sermonean sobre la progresía de sus mensajes.

De modo que no cometeré nuevamente el error de tratar de explicar lo que cualquiera que se aproxime con un mínimo de intelectualidad a la historia de España, comprende. No porque me haya cansado, que no, sino porque he llegado a la conclusión de que me enriquece más contemplar al contubernio y su impedimenta, a la que año tras año convencen a un nuevo asno, o asna, para decir que Toma no, pero que Mariana si; lo que historiográficamente es tanto como disertar sobre que no les gustan el caviar, pero sí chupar patas de cigalas.

Y en este año de restricciones pandémicas para todos menos para los pejigueras boy’s, se concentrarán nuevamente reuniendo a su habitual parroquia de no más de veinte feligreses para barritar en igual tono y con el mismo nivel, acompañados este año de quien lleva décadas viviendo de mismo cuento, pero que tiempo ha vistió camisa azul, falda de la Sección Femenina y boina roja, según muestran las fotografías… Y es que en pejiguerismo antitoma hay quien no aguantaría ni la más pequeña hemeroteca…

Nada, ellos a seguir en el menudeo y en la farsa, que la fiesta cada vez anda mejor, y el resto a reírnos, sanamente, de estos anuales clowns del grupo del andalucismo coñazo, porque como dijo Agatha Christie, “sólo cuando ves a alguien hacer el ridículo te das cuenta de lo mucho que lo amas”… y es que, animalicos, qué sería hoy de la vigencia y vigor de la conmemoración sin sus aportaciones papanatas. ¡Feliz Toma!

César Girón
César Girón
Granadino, entre otras cosas es Letrado de la Junta de Andalucía, abogado, y escritor. Actualmente es presidente de distintas entidades intelectuales como Granada Histórica o Sociedad Civil de Granada Juntos por Granada. Colaborador de distintos medios de comunicación de ámbito local, regional y nacional.

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