Las necesidades formativas más solicitadas en Sevilla son Informática, Idiomas, Logística, Restauración y Especialización Agrícola según un estudio de Empleo

En su elaboración han participado 851 personas de la provincia y detecta aquellas ocupaciones en las que se centrará la nueva oferta de FP para el Empleo.

El secretario general de Ordenación de la Formación, Javier Loscertales y la delegada territorial de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo en Sevilla, María del Mar Rull, han presentado hoy el Estudio de Detección y Análisis de Necesidades Formativas de la Consejería de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo, en la provincia de Sevilla, en unas jornadas que han sido clausuradas por el delegado del Gobierno de la Junta, Ricardo Sánchez.

El citado estudio, en cuya elaboración, aclaró la delegada María del Mar Rull, han participado más de 800 personas, se les ha dado voz a 592 empresas y se han analizado más de 780 encuestas, ha detectado hasta 275 especialidades formativas consideradas como “altamente demandadas en el mercado laboral”, que van a centrar la próxima programación de Formación Profesional para el Empleo en Sevilla.

“Transformación Digital, Transición Ecológica, Idiomas, Automatización Logística, Estrategias de Marketing y Especialización Agrícola y en Restauración, entre otras, son las necesidades formativas más demandadas en Sevilla” según ha explicado Javier Loscertales, refiriéndose a las conclusiones de este estudio a cuya presentación han asistido representantes del alto espectro de participantes para su elaboración; personal de distintos departamentos de la Junta; organizaciones empresariales de distintos sectores; organizaciones sindicales o agentes de la formación, entre otros.

Durante la jornada, el secretario general ha destacado el salto que supone implantar en la administración pública un “modelo de trabajo colaborativo con la sociedad civil, los empresarios, los sindicatos, las universidades y todo tipo de agentes”, subrayando la creación de la mesa para la Gobernanza y señalando que, en todo momento, han primado las necesidades del mercado para reactivar una oferta de FP para el Empleo, que ya ha supuesto una inversión de 150 millones de euros en dos años frente a los 8 millones destinados en 2018.

El delegado del Gobierno, Ricardo Sánchez, por su parte, ha hecho mención de cómo el trabajo realizado sirve para “dar un giro de 180 grados a la Formación profesional para el Empleo”, pues la convierte en “un instrumento útil y con dos claros objetivos, mejorar la empleabilidad y ajustarnos a las necesidades del mercado”. Y es que, gracias a este estudio, puntualizó, “se han detectado las especialidades que mejor abren las puertas al empleo a corto y medio plazo”. “Cada euro que dirigimos a la formación debe convertirse en la mejor y más segura inversión en políticas activas de empleo”, concluyó.

275 especialidades.

El estudio de Necesidades Formativas, que está disponible al completo en el enlace https://lajunta.es/3nm23, ha sido promovido por la Secretaría General de Ordenación de la Formación de la Junta de Andalucía para ofrecer una respuesta más cercana a la realidad del mercado de trabajo, de tal forma que se constituya como una herramienta diseñada para apoyar las decisiones de coordinación, impulso y planificación de la FP para el Empleo.
En este estudio queda constancia de la diversidad productiva del tejido económico sevillano, destacando la existencia de sectores estratégicos (Agro-alimentario, Hostelería y Turismo, Construcción, Comercio, Educación, Actividades sanitarias y de servicios sociales, Actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento, así como Transporte y Almacenamiento) que conviven con otros emergentes (dadas las nuevas perspectivas de generación de empleo) como Logística y actividades anexas al transporte, Información y Comunicaciones, Residuos y Aeronáutica. A nivel territorial también se han detectado otros sectores relacionados con el Mueble, las Industrias Extractivas y la Artesanía, que en localizaciones concretas suponen una creación de riqueza y generación de empleo a considerar.

El documento ha permitido combinar y analizar datos estadísticos del mercado de trabajo en la provincia de Sevilla, 785 encuestas validadas por empresas representativas de distintos sectores de la provincia, 87 entrevistas a “informantes clave” del ámbito público y privado y 158 cuestionarios a expertos en demanda de empleo y formación. Asimismo, se han celebrado 38 reuniones de trabajo para alcanzar las conclusiones.

En total se han seleccionado 275 especialidades formativas consideradas como altamente demandadas en el mercado laboral, que se han dividido en tres grupos, señalando en el de prioridad alta un total de 50 que pertenecen a las familias profesionales de Informática y comunicaciones, Comercio y Marketing, Agraria, Hostelería y Turismo, Servicios socioculturales a la comunidad, Transporte y Mantenimiento de vehículos.

Dentro de estos grupos prioritarios, el informe detecta que, en la familia de Informática y Comunicaciones, es en la que se aglutinan el mayor número de especialidades formativas, lo cual responde al carácter transversal en todo el sistema productivo que implica el proceso de transformación digital.

En el sector de Comercio y Marketing se demanda formación en materias relacionadas con comercio internacional, ciberseguridad y protección de datos, big data, aprovisionamiento y conocimiento del cliente, en respuesta a los procesos de cambio y globalización existentes.
A pesar de los efectos de la pandemia de COVID-19, las actividades económicas vinculadas a la familia de Hostelería y Turismo siguen siendo pilares fundamentales en la economía sevillana. No obstante, se ha detectado una necesidad de personal especializado, fundamentalmente en cocina y servicios de restauración (cocineros, pasteleros, sumiller, panaderos) y alojamientos.

En Agricultura, las especialidades formativas prioritarias giran en torno a las competencias técnicas en respuesta a especificidades de los cultivos (poda, semillas), al manejo y mantenimiento de maquinarias y aperos, las vinculadas a nuevas formas de producción (agricultura ecológica), así como la inclusión de los avances tecnológicos en las prácticas agrícolas (precisión, fertilización, optimización riego, teledetección, etc.). Dada la potencialidad de transformación de los productos del sector primario, destacan especialidades vinculadas a la familia de Industrias Agroalimentarias, con competencias en seguridad e higiene, productos cárnicos y actividades básicas de elaboración.

La formación vinculada al cuidado de las personas se considera muy necesaria para atender la creciente demanda de profesionales capacitados, en esta familia también está incluida la necesidad transversal de competencias idiomáticas (fundamentalmente inglés) y la capacitación de docentes para la FPE.

De las 17 especialidades prioritarias pertenecientes a la familia de Transporte y Mantenimiento de Vehículos, destacan casi por igual tres áreas con especialidades de mantenimiento eléctrico y electrónico de vehículos y maquinaria, con el mantenimiento en aeronáutica y el pilotaje y usos profesionales de drones (RPAS). Así como el transporte de mercancías y sus especificidades (Cargas e idiomas, vehículos pesados, PRL in itinere y vehículos pesados).

Se detecta un alto interés empresarial por competencias en calidad y excelencia empresarial, en control de plagas e incendios, en modelos de economía circular, así como en automatización y robotización en los entornos industriales, en electrónica, en refrigeración y climatización, en electricidad y en reparación, entre otros.

En cuanto a ocupaciones, se han identificado 21 altamente demandadas en la provincia, dada la necesidad de contar con conocimientos y experiencia en el ejercicio de oficios y profesiones de carácter tradicional, tanto en la Industria como en la Construcción. En concreto, se trata de las ocupaciones de Albañiles, Fontaneros, Mecánicos-instaladores de refrigeración y climatización, Mecánicos y ajustadores de maquinaria agrícola e industrial, Electricistas de la construcción y afines, Matarifes y trabajadores de las industrias cárnicas, Soldadores y oxicortadores, Chapistas y caldereros y Mecánicos y reparadores de equipos eléctricos, entre otros.

Finalmente, del análisis de las ocupaciones también se concluye que no existen ocupaciones con tendencia a desaparecer, sino que algunas profesiones están inmersas en un proceso de adaptación a los nuevos sistemas productivos y de especialización de competencias, para los cuales es indispensable contar con formación.

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