El nuevo arzobispo de Granada, José María Gil Tamayo, ha indicado este miércoles que se incorpora “al caminar cristiano de la diócesis” para, “con esperanza”, trabajar “juntos por llevar el Evangelio de Jesús a todos sin exclusión” y servir “especialmente a los más pobres y desfavorecidos”.
Así lo ha indicado en su primer mensaje a los fieles como arzobispo, tras hacer pública la Santa Sede este miércoles, día de San Cecilio, Patrón de Granada, la aceptación de la renuncia al frente de la archidiócesis de Javier Martínez por motivos de edad. Tanto para su antecesor, del que ha sido coadjutor en los últimos meses, como para el Papa Francisco ha tenido Monseñor Gil Tamayo palabras de agradecimiento.
Ha dicho ser consciente de sus “limitaciones personales ante la grandeza de la misión” que se le ha encomendado y, por ello mismo, ha indicado que necesita “más” de “ayuda y oración”, ofreciendo también a las autoridades civiles su “colaboración para seguir trabajando por el bien” de Granada.
Por otra parte, y según ha comunicado este miércoles también el Arzobispado, Monseñor Martínez, que ha sido operado de cadera este pasado 23 de enero, y se recupera satisfactoriamente, seguirá residiendo en la capital granadina si bien su despedida oficial tendrá lugar en una solemne eucaristía el próximo 25 de febrero en la Catedral Metropolitana.
