Más de 600 menores de zonas desfavorecidas participan en 16 escuelas de verano en Huelva

La consejera de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad, Loles López, junto al alcalde de Cartaya, Manuel Barroso, ha visitado este viernes la escuela de verano de Cartaya (Huelva), donde ha señalado que en este programa participarán 600 menores de entre tres y 16 años de zonas desfavorecidas de la provincia onubense a través de 16 escuelas de verano. En el total de Andalucía se han puesto en marcha más de 130 escuelas que atienden a más de 7.300 menores.

Según ha indicado la Junta en una nota, las escuelas de verano, que se desarrollan durante los meses de julio y agosto, atienden a niños pertenecientes a familias con dificultades económicas o en situación de riesgo de exclusión. Este programa, que cuenta con cinco millones de euros a través del Plan Corresponsables, tiene como objetivo garantizar tres comidas diarias (desayuno, almuerzo y merienda) más un tentempié a media mañana, así como desarrollar actividades socioeducativas, de ocio y tiempo libre y busca permitir la conciliación familiar y laboral.

Acompañada por el primer edil cartayero, Manuel Barroso, la consejera ha compartido un tiempo de ocio con los niños de esta escuela de verano, organizada por la Asociación Manos Isleñas y el Comedor Social de la Obra Social ‘Nuestra Señora de Consolación’, y que cuenta también con la colaboración del Ayuntamiento costero.

En concreto, la entidad Manos Isleñas gestiona otra escuela de verano en Isla Cristina, por lo que entre las dos atiende a 80 menores (30 en Cartaya y 50 en Isla Cristina). Así, este viernes se han unido para tener una jornada de convivencia todos juntos. “Juegan, se lo pasan pipa y eso también es muy importante”, ha remarcado López.

La consejera ha señalado que las escuelas de verano “permiten reforzar la atención de la infancia y adolescencia más vulnerable de Andalucía”, al tiempo que ha recordado que el Plan de Garantía Alimentaria (Syga) para escolares en situación de riesgo de exclusión social finaliza cuando termina el curso escolar, por lo que las escuelas de verano permiten dar continuidad a una alimentación equilibrada y saludable durante el verano.

“Con las escuelas de verano mantenemos ese programa alimentario pero también se ofrecen actividades lúdicas, de refuerzo educativo, de valores e incluso pueden servir para detectar cualquier riesgo” entre los menores, ha explicado la consejera, que ha defendido “la necesidad de programas como este para ayudar a estos menores y sus familias a salir de la situación de vulnerabilidad”.

Las escuelas de verano son, además, un recurso que “permite la conciliación familiar y laboral” para los padres que tengan un empleo pero también supone una ayuda para aquellos que están en búsqueda de trabajo o formándose para intentar conseguirlo.

En esta misma línea se ha pronunciado el alcalde de Cartaya, Manuel Barroso, que ha destacado la profesionalidad de la entidad que lleva a cabo este campus, tan importante para el buen desarrollo de los más pequeños.

Finalmente, la directora de Proyectos de la Asociación Manos Isleñas, Pilar Gómez Reina, ha explicado que trabajan teniendo muy presente la inclusión de todos los niños y niñas, adaptando los recursos, actividades, cursos de natación, etc, a las necesidades específicas de los menores que así lo requieran y ha agradecido la colaboración de todas las administraciones para que este programa sea posible.

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