El atropello mortal de dos linces ibéricos –madre e hijo– en la N-323A, a la altura de La Cerradura, en Pegalajar (Jaén) ha llevado a Ecologistas en Acción a exigir a Carreteras del Estado y a Medio Ambiente medidas “urgentes” para evitar nuevos sucesos de este tipo que afectan a una especie catalogada como ‘En Peligro de Extinción’ por la normativa regional, nacional y europea.
En un comunicado, la organización ecologistas señala que la población de lince ibérico existente en la zona, que cuenta hasta el momento con dos hembras reproductoras, se ha formado de manera espontánea a partir de ejemplares dispersantes desde la población de Sierra Morena.
Actualmente, dicha población “resulta clave” para conectar los núcleos de la especie que existe al norte de la provincia de Jaén y la zona de reintroducción del norte de Granada. Por este motivo, la población lincera de Pegalajar es “estratégica para la conservación de la especie y la pérdida de estos dos ejemplares supone un grave revés en su conservación”.
Como en la misma zona ya se han producido otros atropellos de lince, Ecologistas ve “absolutamente necesario aplicar medidas urgentes para evitar nuevos accidentes, lo cual favorecería, igualmente, la seguridad vial en las carreteras allí existentes”.
En concreto, como medidas, se aboga por la señalización vertical de advertencia por paso de lince ibérico, así como por la colocación de reflectores en balizas laterales a lo largo de la carretera en el tramo afectado. Se trata de “dos medidas sencillas, económicas y que, al menos en el caso de los reflectores, se han demostrado efectivos en otras ocasiones”.
“La Administración se escuda que cada vez hay más linces y que esto es inevitable. Quizás un atropello sea inevitable, pero lo que no se puede consentir es que no se adopten medidas para reducir la siniestralidad y evitar más pérdidas de linces”, concluye la organización en su comunicado.