La Diputación de Granada ha formalizado recientemente en su pleno una declaración institucional derivada de una moción de Cs apoyada por todas las fuerzas políticas que conforman dicha cámara, oponiéndose y rechazando frontalmente el proyecto diseñado por el Gobierno central para la creación de una indicación geográfica protegida para el Jamón Serrano, al entender que resultará lesiva para los intereses económicos de los consumidores, que serán manifiestamente “llevados a engaño” y perjudicial para las producciones amparadas por el sello de indicación geográfica protegida del que gozan productos como el Jamón de Trevélez.
En la declaración institucional, se advierte de que el término Jamón Serrano “no es un nombre que identifique a un producto como originario de un lugar determinado, una región o un país”, lo que “se contradice con el actual reconocimiento que el Jamón Serrano tiene como Especialidad Tradicional Garantizada”.
“La expresión Jamón Serrano no identifica a un producto como originario de un lugar determinado, sino que identifica a un producto como resultante de un método de producción tradicional”, indica la declaración institucional, exponiendo que “a diferencia de lo que ocurre con, por ejemplo, la indicación geográfica protegida (IGP) Jamón de Trevélez, la expresión Jamón Serrano no traslada a los consumidores la idea de que todos los productos identificados con ella han sido producidos en una zona geográfica determinada”.
“Jamón Serrano ni es una expresión geográfica per se, ni tiene unas connotaciones geográficas implícitas que permitan al consumidor identificar el producto como originario de un lugar determinado y al cual le debe su reputación o características específicas”, se sostiene.
Así, “mientras que en el caso del Jamón de Trevélez los consumidores entienden que se trata de un producto producido en la Sierra de la Alpujarra, en Granada, cuyo municipio más alto es Trevélez, y que debe su especificidad a los factores naturales y humanos presentes en dicha zona acotada y homogénea (definición misma de IGP); en el caso del Jamón Serrano lo que entienden los consumidores es que se trata de un producto obtenido conforme a un método de elaboración tradicional, sin vincularlo a una zona geográfica particular”, argumenta la institución, que “sin querer desmerecer al jamón serrano”, considera que el mismo “no tiene una reputación que sea debida a su origen geográfico”.
“La IGP en sí misma resultará engañosa para los consumidores. Es indudable que la expectativa de los consumidores ante la expresión Jamón Serrano que, además, iría ligada al sello IGP, será la de estar ante un jamón elaborado en la sierra y secado en ambiente natural, cuando en realidad el pliego de condiciones permitirá la certificación de jamones no elaborados en la sierra y secados haciendo uso de aparatos de control artificial de la temperatura ambiental”, resume el texto.
Es por ello que con esta declaración institucional, el pleno de la Diputación se opone a la solicitud de IGP Jamón Serrano publicada el pasado mes de noviembre en el BOE.