Si tienes miedo, hazlo con miedo

Limpiando el escritorio, ejercicio que ejerzo una vez al año, me encontré con un proyecto que diseñé para los abogados jóvenes del despacho. Es una pequeña formación en la que hablamos del miedo. Ese miedo que da la soledad del abogado, de enfrentarse a un rival (y a un juez) en juicio o de afrontar los malos resultados delante del cliente. En definitiva, se trata de dedicar una conversación a hablar de esa sensación tan incómoda, pero tan necesaria, que llamamos miedo.

Pero claro, hablar con tu jefe del miedo da más miedo todavía, así que es muy importante reconocer el miedo y una vez que lo hemos identificado reírnos, no del miedo, sino de saber que lo tenemos. Tened en cuenta queridos lectores, sobre todo si no acostumbráis a cambiar el semblante, que reír incrementa la memoria en un 25 %, así que al menos ya tenemos un buen primer motivo para reírnos de nuestras sensaciones.

En ocasiones sucede que nos encontramos a personas que parecen tocadas por una varita mágica, hablan bien, tienen presencia, son atléticos y hasta guapos, relucientes, felices, llenas de energía, como una bombilla a 4000 W, pues os aseguro que ellos también sienten miedo; Así que mucho cuidado porque personas con similares características, también al igual que las bombillas, se pueden fundir si dejan que sus vidas las domine el miedo.

Desde pequeños nos enseñan a imitar, y el miedo forma parte de ese instinto con el que venimos programados, por eso es muy importante que imitemos a las personas adecuadas, hay que copiar, pero aseguraros de copiar modelos de éxito.

Estas fiestas navideñas me he encontrado con una persona que con más de 40 años ha cogido su perro, su maleta y ha comenzado un nuevo trabajo en una ciudad diferente, emigrando de un pueblo extremeño a una gran urbe como Madrid, ¿qué miedo verdad?

También he conocido a una persona que ha sido capaz de dejar atrás una relación, mirar al futuro con optimismo y darle un cambio radical a su vida, iniciando una búsqueda de mejora interior, ¿qué miedo verdad?

Además también estuve conversando con una persona que ha comenzado a conocer gente nueva, ha empezado de cero sin círculos de amistad a los que aferrarse pertenecientes a su pasado, ¿qué miedo, verdad?

Pues esas personas tienen dos cosas en común, en primer lugar un brillo especial en su mirada, un reconocimiento del miedo que sienten, un vértigo hacia lo nuevo, pero sobre todo he visto en esas personas, esperanza, ilusiones, emoción, alegría, vitalidad y sueños, es un caso de éxito.

Fijaros cuántas cosas buenas nacen del miedo, he enumerado al menos seis adjetivos positivos que nacen del miedo, y el miedo sólo es uno. La segunda cosa que tienen en común esas personas es que es la misma persona, el miedo multiplicado por tres o visto de otro modo: la esperanza, la ilusión, la emoción, la alegría la vitalidad y sus sueños multiplicados por tres, ¿maravilloso, verdad?

Reconozcamos el miedo, convivamos con él porque es una fuente de virtudes inagotable, es el primer paso de un nuevo camino hacia un mundo de posibilidades que os recomiendo que no os perdáis. Comienza un nuevo año, posiblemente un año difícil con una crisis económica y sanitaria sin precedentes. Yo pienso enfrentarme a él con miedo y todo lo que ello conlleva, ¿me acompañas?

Antonio Estella

Antonio Estella
Antonio Estellahttp://www.mlalegal.org
Socio director del despacho de abogados Mlegal. Licenciado en Derecho por la Universidad de Granada se especializó en derecho de los negocios en las prestigiosas escuelas jurídicas Harvard Law School e Instituto de Empresa, para posteriormente comenzar su carrera profesional en despachos internacionales como Garrigues, Deloitte y MLA. En la actualidad compagina su ejercicio profesional con la colaboración en distintas universidades y escuelas de negocio como profesor

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