El pasado viernes, después de meses negándose a atender los requerimientos informativos de ESRADIO ALMERÍA, la alcaldesa de Níjar, Esperanza Pérez Felices, no tuvo más remedio que escuchar una de las preguntas de esta emisora, dado que ésta se producía en una comparecencia publica en la Diputación, en la presentación del futuro Parque de Bomberos de su localidad.
Las preguntas del periodista de esta casa, Luis Saracho, se centraban, por un lado, en las presuntas ilegalidades que prevé llevar a cabo el documento que su ayuntamiento ha aprobado recientemente en pleno y la inacción total de dicho consistorio nijareño a propósito del gravísimo problema de los asentamientos ilegales que han proliferado en el término municipal y que albergan a miles de inmigrantes, la mayoría ilegales; y por otro, el vertido de aguas fecales en las ramblas del término municipal, con el consiguiente y gravísimo problema de salud pública.
Preguntada por ambas situaciones, la alcaldesa respondió que no pensaba entrar en el análisis del asunto, porque se trata de circunstancias en vías de solución y que hablar públicamente de ello no aportaría soluciones y sí dar una visibilidad que resultaría negativa.
Dicho de otro modo: la alcaldesa de Níjar lleva casi seis años en el cargo y no ha hecho absolutamente nada para frenar o disolver el problema de los asentamientos ilegales y para evitar unos vertidos de aguas fecales que suponen un peligro para la salud pública y para la industria agrícola de Níjar. Sin embargo, a pesar de su inacción, no está ni siquiera dispuesta a dar explicaciones, a asumir responsabilidades o al menos a responder a la prensa sobre qué piensa hacer con todo ello.
Pues bien, ESRADIO ALMERÍA muestra en esta información los vídeos que constatan la gravedad de la situación y no está dispuesta a que el ‘manto de oscuridad’ que Pérez Felices quiere colocar sobre los problemas de los nijareños, imponiendo una ley del silencio que impida desvelar sus nefastas gestiones y su falta de acción, hagan que el problema sea ‘invisible’.
En este vídeo se puede observar la dimensión que tiene uno de los asentamientos ilegales, el de las Casillas de Atochares, que ni siquiera es el más extenso (lo es el del cruce del Nazareno, camino de Los Albaricoques): miles de personas viviendo ilegalmente, sobre un terreno que no es suyo, sin las más mínimas condiciones sanitarias y eternizando una situación que lleva años sin que nadie haga nada.
Mientras, en este otro vídeo se pueden observar los ríos y cascadas de aguas fecales en la Rambla Artal, que sale de Campohermoso, pasa por San Isidro, Balsa Seca y El Viso, entre otros núcleos de población en los que los ciudadanos conviven con estos olores y este peligro para la salud pública, además de estar rodeada por tierras de cultivo, que suponen la primera industria del municipio y de la provincia. Una realidad que Vox Níjar lleva denunciando en el pleno ya mucho tiempo, sin conseguir ni una sola respuesta de la alcaldesa.
La inacción de la alcaldesa es una actitud de una gravedad tan sólo comparable a su actitud de querer ignorar y que la ciudadanía y los medios ignoren el problema, blandiendo la filosofía de que aquellos problemas de los que no se hablan no constituyen un problema. Mientras, los ciudadanos siguen, en el Campo de Níjar, conviviendo con situaciones tercermundistas como las que muestran estos dos vídeos.
