El presidente del PP de Granada, Francisco Rodríguez, ha anunciado este martes que los seis ediles que conforman actualmente el grupo popular van a renunciar a sus competencias y abandonarán el gobierno municipal de coalición con Ciudadanos que encabeza como alcalde Luis Salvador (Cs).
En una rueda de prensa junto a los ediles del grupo municipal del PP, convocada anoche con urgencia tras el encuentro que mantuvo con Salvador, Rodríguez ha acusado al regidor de “atrincherarse” en el cargo y ha asegurado que una capital como Granada no merece a un alcalde “que actúa de espaldas a sus propios concejales”.
El desencadenante de la crisis en el Ayuntamiento fue el anuncio, el 26 de mayo, del hasta entonces concejal del PP y candidato popular en las pasadas elecciones municipales, Sebastián Pérez, de abandonar el partido tras 35 años de militancia para pasarse al grupo no adscrito por el trato “humillante” de su formación.
Pérez acompañó el anuncio de la exigencia de que Salvador abandonara la alcaldía y esta pasara a manos del PP durante los dos años que restan de mandato, con un candidato del Partido Popular acorde a sus posicionamientos y sin descartar la posibilidad de apoyar una moción de censura que daría la alcaldía al PSOE, fuerza más votada en los pasados comicios.
Tras este paso, la pelota está en el tejado de Ciudadanos. Salvador podría intentar seguir al frente del Consistorio nazarí, pero tendría que ofrecer un pacto a PSOE y Podemos. Y aún así, los números son difíciles de conseguir pues el alcalde solo cuenta con el apoyo sin fisura de uno de los cuatro ediles naranjas.
El PP busca un candidato para Granada.
Entre tanto, el PP-A necesita presentar un candidato para la alcaldía de Granada tras el portazo de su hasta ahora líder local, Sebastián Pérez. No porque se haya sentido incómodo por el trabajo de Luis Salvador, el regidor de Ciudadanos al que aupó al poder en junio de 2019 en un pacto a varias bandas, sino por el riesgo de que el consistorio de la capital granadina caiga en manos del PSOE-A.
Todo pasa por alcanzar ese umbral de los 14 votos de la mayoría absoluta. Para ello, se necesitan los votos de PP (siete), Cs (cuatro) y Vox (tres) sin margen de error, pues el PSOE fue el partido más votado con diez concejales y Unidas Podemos consiguió tres representantes.
En el caso de que haya una moción de censura en Granada o un nuevo debate de investidura -para lo cual, Salvador tendría que dimitir-, se procedería por tanto a una votación. Y ahí el PP necesita alcanzar esos 14 concejales con el apoyo de Cs y Vox. No solo para tumbar una eventual iniciativa de la izquierda, sino porque una cifra menor supone que ningún candidato alcance la mayoría absoluta y que el nuevo alcalde salga del grupo con más ediles, es decir del PSOE-A.
Y tanto el presidente de Andalucía, Juanma Moreno Bonilla, como su ‘número dos’, Elías Bendodo, coinciden en que el PP no puede dejar que la alcaldía de Granada caiga en manos de los socialistas en estos momentos, sobre todo cuando el presidente andaluz no consigue espantar el fantasma del adelanto electoral ante las zancadillas parlamentarias de Vox.
El escollo para Moreno Bonilla.
El principal escollo para Moreno y Bendodo es dar con el candidato que suceda a Salvador. El secretario general del PP de Granada, Jorge Saavedra, adelantó la semana pasada que su partido iniciará con Ciudadanos la ronda de contactos con los grupos municipales y que le ofrecerá seguir gobernando en coalición… pero con un alcalde del PP de aquí hasta el final de la legislatura.
La persona elegida por Moreno y Bendodo es Luis González, número dos de los ‘populares’ en Granada y actual edil de Urbanismo. Sin embargo, el concejal ‘díscolo’ del PP solo acepta como “primera y única opción” a su excompañero Francisco Fuentes, concejal de Recursos Humanos. Así que el PP-A se puede fracturar en este envite.
